En comparación con ayer, hoy fue un día menos llevadero. No al punto de Noviembre, pero sí lo suficiente como para ponerme a llorar dos veces en el baño. D O S.
¿Qué onda?
Pues que no entiendo las cosas. No sirvo para el mundo real, el mundo competitivo y duro que el resto de seres humanos normales transitan y disfrutan. Se me hace muy difícil en este momento recibir críticas, tanto las constructivas como las no tanto.
Y es que los comentarios que hacen sobre mí me generan mucha rabia, ansiedad, y tristeza. Me refuerzan mi creencia de ser rara, de no pertenecer, de que se equivocaron al escogerme y que no valgo tanto porque no lo hago bien.
En la mañana recibí un feedback duro de la profesora invitada. Sólo a mí, al resto le fue bien. Prácticamente fue un "no sirves para esto". ¿Entonces qué hago ahí? ¿Por qué me empecino tanto en segur esta capacitación si se nota que en la práctica no es lo mío, no está en mí?
Consideré seriamente hablar con la gestora del proyecto para decirle que lo mejor iba a ser dar un paso al costado porque no estaba rindiendo como se esperaba. Y luego recordé que yo escogí esto porque es de las pocas cosas en las que veo un futuro. No sé si en esta área específica, pero sí en esta rama de mi carrera. Y también recordé que me va a servir para futura referencias y, así no me contraten, aprenderé mucho y estaré mejor preparada.
Así que sí, decidí seguir el camino masoquista.
Porque la sigo pasando mal.
¿Alguna vez les ha pasado que están en un grupo y a la gente le molesta que tú hables?
Bueno, eso me pasa a cada rato. Ponen los ojos en blanco, suspiran como resignándose a mis intervenciones, hablan cuando yo estoy hablando y si yo no les dirijo la palabra, no me incluyen. De hecho, ayer me enteré de casualidad de que han hecho un grupo de whatsapp sin mí. Eso lo hicieron la primera semana entre todos menos uno de los chicos que al principio les parecía pesado, y ahora han creado un nuevo grupo en el que no estoy yo. Están cerrando la argolla.
Mi psicólogo me dijo (creo que medio en broma) que si tuviera que compartir clases conmigo, le caería mal. Y tiene razón, no lo culpo.
Tenemos un profesor para el que suelo tener las respuestas correctas y hace diferencias entre yo y el resto de la clase. Y es muy incómodo. Entiendo que quiere reforzar mi autoconfianza, pero está generando peor ambiente entre mis compañeros y yo, porque cada felicitación hacia mí es una mirada de descontento, un "otra vez" de alguien, un suspiro... Cuando felicitan a alguien del resto, todos aplauden y se alegran. Pero si es a mí, normalmente cae pesado.
Hoy volví a tener un intercambio de palabras con la chica que me calló la semana asada, pero me rendí. No traté de defenderme. Hicimos un ejercicio que luego empezamos a corregir. Debo admitir que tengo cierta facilidad con los sonidos y detecto cosas que la mayoría no, así que a la hora de corregir mi intervención (todas estaban grabadas), pausaba el audio a cada rato para corregirme. No sé por qué eso les molestó. No entiendo, el plan era notar las palabras mal pronunciadas y decirlas bien luego, y yo no abro mucho la boca para hablar por flojera y porque hablo poco así que tenía material para volver a pronunciar. Pero eso cayó mal al salón y empezaron los comentarios. Hasta ese momento mi profesor me estuvo pidiendo que le ayude a detectar fallas de los demás, así que lo tomé en serio e intervine quizás más de la cuenta o de lo que al resto le parecía adecuado. Craso error, porque esta chica me sacó en cara que yo "la había interrumpido" o algo así, y por eso ella me interrumpía en esta ocasión, "ella ha hablado cuando yo estaba hablando así que me toca a mí decir lo que pienso", dijo. Caray, hubiera grabado la clase para acordarme, porque la verdad no sé a qué se refería, pero entendí que era momento de callarme. El punto es que me harté de que hagan más notorio lo inadecuada que soy y le pedí a profesor que por favor no hiciera más diferencias. Creo que se dio cuenta de mi incomodidad porque busqué excusas para no intervenir más.
Obvio, lloré después de eso.
************************
Llegué a mi casa exhausta, directo a dormir, porque siento que no he descansado bien estos días, más el dolor del golpe de ayer en las costillas, más dolor muscular en brazos y espalda. Me despertaron porque mi hermano nos había invitado a cenar en su casa. Bueno, fue idea de su enamorada, nos quería agasajar.
Había de cenar verduras con queso, así que no tuve casi problema para comer, excepto por la ansiedad de hacerlo en público y porque bueno, es comida, había queso y un pastel del que comí un pedazo razonable. Pensé en vomitar, pero no lo tomé como posibilidad seria.
La pasé bonito, de no ser porque, para variar, dije algo "incorrecto" y mi hermano puso los ojos en blanco. Pero esta vez no me quedé callada, le dije "tengo suficiente con que me pongan los ojos en blanco en la capacitación como para que tú también lo hagas", y se me salieron un par de lágrimas así que me fui al baño. Después me pidió perdón, pero la verdad entiendo. Debo ser realmente una pesada. Además no tengo muchas ganas de acercarme a él, uno, porque la última vez que lo vi estaba molesto conmigo y no quería ni acercárseme ni hablarme, y dos, porque al parecer colgué en Instagram un video en el que se escuchaba de fondo y lejos una conversación que a mí me pareció normal y hasta divertida pero que no le gustó que fuera compartida. Supongo que por el qué dirán. Supongo que cuida su imagen en redes sociales, y la conversación era básicamente bromas hacia él. A mí me pareció divertido. Pero al parecer, para variar, mis gustos difieren de los del resto. Veo el mundo diferente. Soy diferente. Y no encajo ni en mi familia.
Sorry, hoy me siento una completa extraña en el mundo, buscando a alguien que me tolere y me de cariño.
¿Qué onda?
Pues que no entiendo las cosas. No sirvo para el mundo real, el mundo competitivo y duro que el resto de seres humanos normales transitan y disfrutan. Se me hace muy difícil en este momento recibir críticas, tanto las constructivas como las no tanto.
Y es que los comentarios que hacen sobre mí me generan mucha rabia, ansiedad, y tristeza. Me refuerzan mi creencia de ser rara, de no pertenecer, de que se equivocaron al escogerme y que no valgo tanto porque no lo hago bien.
En la mañana recibí un feedback duro de la profesora invitada. Sólo a mí, al resto le fue bien. Prácticamente fue un "no sirves para esto". ¿Entonces qué hago ahí? ¿Por qué me empecino tanto en segur esta capacitación si se nota que en la práctica no es lo mío, no está en mí?
Consideré seriamente hablar con la gestora del proyecto para decirle que lo mejor iba a ser dar un paso al costado porque no estaba rindiendo como se esperaba. Y luego recordé que yo escogí esto porque es de las pocas cosas en las que veo un futuro. No sé si en esta área específica, pero sí en esta rama de mi carrera. Y también recordé que me va a servir para futura referencias y, así no me contraten, aprenderé mucho y estaré mejor preparada.
Así que sí, decidí seguir el camino masoquista.
Porque la sigo pasando mal.
¿Alguna vez les ha pasado que están en un grupo y a la gente le molesta que tú hables?
Bueno, eso me pasa a cada rato. Ponen los ojos en blanco, suspiran como resignándose a mis intervenciones, hablan cuando yo estoy hablando y si yo no les dirijo la palabra, no me incluyen. De hecho, ayer me enteré de casualidad de que han hecho un grupo de whatsapp sin mí. Eso lo hicieron la primera semana entre todos menos uno de los chicos que al principio les parecía pesado, y ahora han creado un nuevo grupo en el que no estoy yo. Están cerrando la argolla.
Mi psicólogo me dijo (creo que medio en broma) que si tuviera que compartir clases conmigo, le caería mal. Y tiene razón, no lo culpo.
Tenemos un profesor para el que suelo tener las respuestas correctas y hace diferencias entre yo y el resto de la clase. Y es muy incómodo. Entiendo que quiere reforzar mi autoconfianza, pero está generando peor ambiente entre mis compañeros y yo, porque cada felicitación hacia mí es una mirada de descontento, un "otra vez" de alguien, un suspiro... Cuando felicitan a alguien del resto, todos aplauden y se alegran. Pero si es a mí, normalmente cae pesado.
Hoy volví a tener un intercambio de palabras con la chica que me calló la semana asada, pero me rendí. No traté de defenderme. Hicimos un ejercicio que luego empezamos a corregir. Debo admitir que tengo cierta facilidad con los sonidos y detecto cosas que la mayoría no, así que a la hora de corregir mi intervención (todas estaban grabadas), pausaba el audio a cada rato para corregirme. No sé por qué eso les molestó. No entiendo, el plan era notar las palabras mal pronunciadas y decirlas bien luego, y yo no abro mucho la boca para hablar por flojera y porque hablo poco así que tenía material para volver a pronunciar. Pero eso cayó mal al salón y empezaron los comentarios. Hasta ese momento mi profesor me estuvo pidiendo que le ayude a detectar fallas de los demás, así que lo tomé en serio e intervine quizás más de la cuenta o de lo que al resto le parecía adecuado. Craso error, porque esta chica me sacó en cara que yo "la había interrumpido" o algo así, y por eso ella me interrumpía en esta ocasión, "ella ha hablado cuando yo estaba hablando así que me toca a mí decir lo que pienso", dijo. Caray, hubiera grabado la clase para acordarme, porque la verdad no sé a qué se refería, pero entendí que era momento de callarme. El punto es que me harté de que hagan más notorio lo inadecuada que soy y le pedí a profesor que por favor no hiciera más diferencias. Creo que se dio cuenta de mi incomodidad porque busqué excusas para no intervenir más.
Obvio, lloré después de eso.
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Llegué a mi casa exhausta, directo a dormir, porque siento que no he descansado bien estos días, más el dolor del golpe de ayer en las costillas, más dolor muscular en brazos y espalda. Me despertaron porque mi hermano nos había invitado a cenar en su casa. Bueno, fue idea de su enamorada, nos quería agasajar.
Había de cenar verduras con queso, así que no tuve casi problema para comer, excepto por la ansiedad de hacerlo en público y porque bueno, es comida, había queso y un pastel del que comí un pedazo razonable. Pensé en vomitar, pero no lo tomé como posibilidad seria.
La pasé bonito, de no ser porque, para variar, dije algo "incorrecto" y mi hermano puso los ojos en blanco. Pero esta vez no me quedé callada, le dije "tengo suficiente con que me pongan los ojos en blanco en la capacitación como para que tú también lo hagas", y se me salieron un par de lágrimas así que me fui al baño. Después me pidió perdón, pero la verdad entiendo. Debo ser realmente una pesada. Además no tengo muchas ganas de acercarme a él, uno, porque la última vez que lo vi estaba molesto conmigo y no quería ni acercárseme ni hablarme, y dos, porque al parecer colgué en Instagram un video en el que se escuchaba de fondo y lejos una conversación que a mí me pareció normal y hasta divertida pero que no le gustó que fuera compartida. Supongo que por el qué dirán. Supongo que cuida su imagen en redes sociales, y la conversación era básicamente bromas hacia él. A mí me pareció divertido. Pero al parecer, para variar, mis gustos difieren de los del resto. Veo el mundo diferente. Soy diferente. Y no encajo ni en mi familia.
Sorry, hoy me siento una completa extraña en el mundo, buscando a alguien que me tolere y me de cariño.
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