Creo que sé cuál es mi problema. En todo.
Desde niña las cosas me han salido tan fácil que me he acostumbrado a no esforzarme por conseguirlas (exceptuando las cosas relacionadas con mi peso y mi salud mental, claro). Entonces, claro, mi tolerancia a la frustración es mínima. POR ENDE, es natural que me sienta impotente, frustrada y piense lo peor de mí cuando fallo. Porque claro, no lo hice bien, porque claro, no me esforcé ni me preparé.
Soy floja. Esa es la pura verdad, y quizás es mi peor defecto.
Si fuera por mí, estaría tirada en mi cama todo el día, sin comer, pensando y durmiendo. Mi mayor anhelo en la ida es no hacer nada porque me pesa todo.
¡Qué terrible!
Y si es verdad que la flojera lleva a la procrastinación, entonces soy doblemente floja: uno, porque no me da la gana de hacer las cosas, y dos porque cuando me da la gana las veo tan imposibles que me generan angustia o simplemente no sé cómo enfrentarlas y me quedo ahí, mirándolas y lamentando no ser capaz.
¿Cómo rayos arreglo este desastre?
**********************************
Una pregunta que he tenido hoy. Más filosófica. Verán, estoy muy activa en Instagram, viendo historias y posts de gente con situaciones similares y también sobre salud mental. Todo aporta a sentirme mejor.
De la conversación de ayer con Max y de las cosas que hablo con mi psicólogo sigo teniendo una pregunta cuya respuesta no termino de creer.
¿Por qué la vida es el mayor de los bienes? ¿Por qué lo más importante es existir?
Soy católica pero no practico, no creo en la iglesia ni enteramente en lo que dice la Biblia. Mis creencias se basan en la espiritualidad y cosas intangibles, y en esto está muy presente el concepto de Dios, reencarnación, almas y energía. Según la teoría que me han inculcado, la vida es el regalo más grande que La Fuente/El Universo/Dios nos ha dado, porque gracias a ella es que nosotros podemos experimentar y aprender, ergo evolucionar, ergo perfeccionarnos como espíritus, ergo volver a Él.
"Todos somos chispa divina", dice mi mamá. Entonces, quitarse la vida sería negar la divinidad que hay en mí, por lo tanto, negarle a Dios que se exprese a través de mi existencia, o sea, básicamente negarle a Él su existencia.
Pero la energía no se crea ni se destruye, sólo se transforma, y según mis aprendizajes, los que mueren por mano propia o están muy apegados a temas del mundo físico terminan en un umbral intermedio del que es muy casi imposible salir, por lo tanto, no es que "desaparezcan" del todo, sino que más bien se detienen en su proceso de evolución. Entonces, ¿de qué hablamos si aún así existe algún tipo de vida?
¡Ni muriendo físicamente te eliminas!
(Aquí mi cerebro me está mandando por una salida alterna: "Entonces no te queda nada más que arreglar las cosas y hacer de tu existencia lo más llevadera posible. Mejorar. Estar bien. Igual vas a existir, de tí depende cómo lo haces". Cerebro, no te pedí tu opinión, estoy tratando de buscarle el quinto pie al gato).
¿Por qué quiero volver a ser parte de Él? ¿Por qué debo permitir que La creación se exprese?
¿Quién soy yo para impedirlo? ¿Dios? (Bueno, sí, una infinitesimal parte de Él. Que se cree lo suficientemente importante. Como Lucifer. Ahhhh, voy entendiendo: el que se rebela, se va al Infierno. Esto es una dictadura).
Además, si lo más grande que nos ha dado Él aparte de la vida es el Libre Albedrío, ¿no estoy en mi derecho de usarlo si me mato? Porque si se trata de una libertad con condiciones, no es libertad per se (Encima te castigan haciéndote a un lado con los demás que sufren. La alegría está sobrevalorada. Eso es castigo por usar la libertad como quiero... ¿o es sólo la consecuencia de mis actos, porque hay reglas universales?)
Creo que estoy tratando de responder algo que sólo en el más allá voy a poder entender. Y eso.
"No todo debe tener una respuesta".
Quisiera morirme sólo para satisfacer mi curiosidad.
(¡Pero si ya has muerto y vuelto a la vida muchas veces! Probablemente muy dentro de tí sabes la respuesta sólo que, al estar viva en este cuerpo, por ley te la has olvidado. Confía y sigue viviendo, que cuando te toque sabrás)
Y para tí, que me lees: ¿por qué la vida es lo más importante que tenemos?
Desde niña las cosas me han salido tan fácil que me he acostumbrado a no esforzarme por conseguirlas (exceptuando las cosas relacionadas con mi peso y mi salud mental, claro). Entonces, claro, mi tolerancia a la frustración es mínima. POR ENDE, es natural que me sienta impotente, frustrada y piense lo peor de mí cuando fallo. Porque claro, no lo hice bien, porque claro, no me esforcé ni me preparé.
Soy floja. Esa es la pura verdad, y quizás es mi peor defecto.
Si fuera por mí, estaría tirada en mi cama todo el día, sin comer, pensando y durmiendo. Mi mayor anhelo en la ida es no hacer nada porque me pesa todo.
¡Qué terrible!
Y si es verdad que la flojera lleva a la procrastinación, entonces soy doblemente floja: uno, porque no me da la gana de hacer las cosas, y dos porque cuando me da la gana las veo tan imposibles que me generan angustia o simplemente no sé cómo enfrentarlas y me quedo ahí, mirándolas y lamentando no ser capaz.
¿Cómo rayos arreglo este desastre?
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Una pregunta que he tenido hoy. Más filosófica. Verán, estoy muy activa en Instagram, viendo historias y posts de gente con situaciones similares y también sobre salud mental. Todo aporta a sentirme mejor.
De la conversación de ayer con Max y de las cosas que hablo con mi psicólogo sigo teniendo una pregunta cuya respuesta no termino de creer.
¿Por qué la vida es el mayor de los bienes? ¿Por qué lo más importante es existir?
Soy católica pero no practico, no creo en la iglesia ni enteramente en lo que dice la Biblia. Mis creencias se basan en la espiritualidad y cosas intangibles, y en esto está muy presente el concepto de Dios, reencarnación, almas y energía. Según la teoría que me han inculcado, la vida es el regalo más grande que La Fuente/El Universo/Dios nos ha dado, porque gracias a ella es que nosotros podemos experimentar y aprender, ergo evolucionar, ergo perfeccionarnos como espíritus, ergo volver a Él.
"Todos somos chispa divina", dice mi mamá. Entonces, quitarse la vida sería negar la divinidad que hay en mí, por lo tanto, negarle a Dios que se exprese a través de mi existencia, o sea, básicamente negarle a Él su existencia.
Pero la energía no se crea ni se destruye, sólo se transforma, y según mis aprendizajes, los que mueren por mano propia o están muy apegados a temas del mundo físico terminan en un umbral intermedio del que es muy casi imposible salir, por lo tanto, no es que "desaparezcan" del todo, sino que más bien se detienen en su proceso de evolución. Entonces, ¿de qué hablamos si aún así existe algún tipo de vida?
¡Ni muriendo físicamente te eliminas!
(Aquí mi cerebro me está mandando por una salida alterna: "Entonces no te queda nada más que arreglar las cosas y hacer de tu existencia lo más llevadera posible. Mejorar. Estar bien. Igual vas a existir, de tí depende cómo lo haces". Cerebro, no te pedí tu opinión, estoy tratando de buscarle el quinto pie al gato).
¿Por qué quiero volver a ser parte de Él? ¿Por qué debo permitir que La creación se exprese?
¿Quién soy yo para impedirlo? ¿Dios? (Bueno, sí, una infinitesimal parte de Él. Que se cree lo suficientemente importante. Como Lucifer. Ahhhh, voy entendiendo: el que se rebela, se va al Infierno. Esto es una dictadura).
Además, si lo más grande que nos ha dado Él aparte de la vida es el Libre Albedrío, ¿no estoy en mi derecho de usarlo si me mato? Porque si se trata de una libertad con condiciones, no es libertad per se (Encima te castigan haciéndote a un lado con los demás que sufren. La alegría está sobrevalorada. Eso es castigo por usar la libertad como quiero... ¿o es sólo la consecuencia de mis actos, porque hay reglas universales?)
Creo que estoy tratando de responder algo que sólo en el más allá voy a poder entender. Y eso.
"No todo debe tener una respuesta".
Quisiera morirme sólo para satisfacer mi curiosidad.
(¡Pero si ya has muerto y vuelto a la vida muchas veces! Probablemente muy dentro de tí sabes la respuesta sólo que, al estar viva en este cuerpo, por ley te la has olvidado. Confía y sigue viviendo, que cuando te toque sabrás)
Y para tí, que me lees: ¿por qué la vida es lo más importante que tenemos?