jueves, 3 de enero de 2019

Desertora

Anoche estuve investigando bastante sobre el elemento que iba a usar para desaparecer. Ya lo tenía en mi bolso. Resulta que es poco fiable, y que si lo hago mal, quedo con secuelas d e  p o r  v i d a. Mein Gott, yo quiero desaparecer, no ser más problema para mi familia.

Así que por esa razón no lo usé.

Eso, y que pedí en mis deseos de año nuevo sentirme plena y feliz.

Decidí entonces darle ooootro chance más a la vida. A ver con qué me sale.

Pero juro que ayer estuve muy cerca. Mucho.


Hoy me sentí un poquito más soleada. Salir de mí misma y relacionarme con otros ayuda en algo. Aunque depende de quiénes son los otros, claro. 

He decidido hacer cosas pequeñas, y tengo una lista de propósitos también de cosas que quiero hacer este tiempo. Entre ellas, escribir sobre mi día todos los días, en cualquier plataforma (o sea, a mano o por aquí). De momento lo hago aquí porque es más rápido, pero la verdad no tengo mucho qué ofrecer.

Estuve pensando en razones para estar triste y creo que he ubicado algunas: miedo a quedarme sola + estoy sola + me sigue buscando alguien a quien amé mucho pero no estoy segura de que realmente deba estar con él (en buena parte porque mi familia está en contra). Brother, se encontró con mi mamá en el parque el día 30 y luego de eso LE ESCRIBIÓ UN MAIL PIDIÉNDOLE MI MANO.
Y hoy me escribió diciéndome que me ama, extraña y lo mismo que me decía hace un año.
Si eso no es estar fuera de la realidad (no nos vemos desde entonces), no sé qué es.

No hice ejercicios. Me dio flojera. Me tomé la libertad de descansar un poco. A sabiendas que ya no voy a poder entrenar más porque el lunes regreso a la capacitación y, conociéndome, terminaré drenada y sin fuerzas para hacer ejercicios. Lo cual no es positivo para mi gordura.

Salí al parque a pasear a mi perro y en la noche me encontré con Viruto y algunos más, estuvimos conversando un poco y hasta reí. Qué fácil es sacarme de mi ensimismamiento.

Mañana tiene pinta de ser un día más pacífico aún.

Qué bueno, porque pensar todo el día en suicidio cansa. En verdad. La mente va por caminos pedregosos difíciles de transitar.

No hay comentarios.: