Hoy fui tarde a clases. Me dejaron ir sola a hacer el mercado, es un avance en la confianza. Y comí trufas en la tarde, tenía antojo de unas "saludables" que probé hace poco. Creo que ya me lo curé porque me comí tres.
La última trufa me la comí viendo un documental en Netflix. Se llama "Not alone", y trata sobre una chica cuya mejor amiga se suicida cuando tenían 16 años, y ella, para tratar de entenderla y hacer algo por la gente que también está en una situación similar, entrevista a un grupo de chicos que tuvieron este tipo de pensamientos o acciones.
Nadie me pregunta qué me pareció, pero es mi blog y de algo interesante quiero hablar hoy, así que haré un pequeño review y comentario personal sobre la pieza.
En primer lugar, me pareció que el enfoque fue adecuado. Tratado con respeto, sin victimizar demasiado a nadie, y lo mejor, sin ahondar demasiado en detalles escabrosos y morbosos que pudieran atraer la atención. Creo que, tal como lo dice la creadora y entrevistadora, es necesario hablar del tema para que deje de ser un tabú. Es más común de lo que se cree.
En segundo lugar, las historias que se contaron son genéricas. Eso ayuda a que muchos se sientan identificados. La depresión puede ser desencadenada por prácticamente cualquier cosa, y es útil que se aclare este detalle, porque así más gente siente como válido lo que siente. Además, la presentan como una enfermedad, no como una emoción más sinónima de tristeza/duelo/rabia, con la que muchos la confunden.
En tercer lugar, las conclusiones a las que se llegaron son útiles. Porque muestran el desenlace de los casos más resaltantes, y estos se resumen en "estabilidad y recuperación". Es decir, es un reportaje que da esperanza. Mencionan y muestran sitios de ayuda en Estados Unidos, no sólo para casos de pensamientos suicidas sino también para cualquier persona que necesite desahogarse. Es importante comunicar nuestras emociones y HABLAR, y es bueno que alguien se tome el tiempo de recopilar la información básica para que otros puedan tener opciones aparte de suicidarse.
Sin duda, un "qué hace la depresión" para dummies.
Sin embargo, el tema es muchísimo más profundo, tiene varias aristas y es tan complejo como cada individuo que lo padece.
Podría escribir por horas sobre la legitimidad de sentir que no hay futuro, que no vale la pena vivir, sobre el respeto a esa decisión, o quizás sobre las conductas autodestructivas, las cosas que desencadenaron mi depresión, las cosas que hice (y no hice) por depresión, la culpa, el miedo, en fin... Podría hacer un post larguísimo.
Pero quiero que este post sólo se enfoque en un tema. Es algo que estoy aprendiendo en la capacitación: dar un sólo mensaje.
Y el de este post es responder la pregunta del título: ¿qué se siente tener depresión?
La respuesta es compleja.
Porque depende del grado. De las circunstancias. De las personas que te rodean. De tu estado mental y físico. De tus obligaciones diarias y compromisos. De tu historia personal y hasta de tu carácter. Me quedé con frases como "es como mirar por una ventana cómo entra una tormenta y no poder hacer nada para impedirlo", o "se siente un gran vacío". Todo o nada a la vez.
He tenido épocas en las que no podía dejar de llorar y mi tolerancia era casi nula. He tenido épocas en las que vivía por inercia (las más), y otras en las que sentía un vacío interno que ocupaba demasiado espacio y me llenaba tanto que no me dejaba comer, como la que estoy teniendo ahora (suena paradójico pero así lo siento).
Puede sentirse como la alegría de sentirse triste, el placer de sentir dolor o, simplemente, la muerte en vida. La nada. La mayor insensibilidad, como tapadera de una herida que duele demasiado.
Tener depresión es casi un compromiso, porque te involucras tanto en esa sensación que el resto del mundo desaparece. Las personas que te importaban y que te quieren son secundarias a lo que sea que necesites hacer para llenar el vacío/calmar la tormenta, las actividades que te generaban placer te desesperan, y la fuerza para hacer lo más mínimo, como tomar agua, escasea. Sólo existe una cosa en la mente, y eso, como dije en un post anterior, agota.
Porque el cerebro se convierte en un disco rayado de pensamientos repetitivos, órdenes, burlas hacia tí mismo y reflexiones sobre la vida que sólo te llevan a aumentar el sufrimiento. El tuyo y el de los más cercanos a tí. Ahí se presenta la culpa. Que sólo genera más caos. La depresión, para mí, es como un agujero negro que lo absorbe todo a su alrededor, hasta que no quedan más opciones que morir, o pedir ayuda a gritos.
La mandatoria, la más fácil en este estado, la que el cerebro ve como lógica, viable y necesaria, es la primera.
En el día 4 de 1000 estoy hablando de muerte. Muerte significa final. Y estoy recién al comienzo.
Qué tal reto el que me he puesto.
La última trufa me la comí viendo un documental en Netflix. Se llama "Not alone", y trata sobre una chica cuya mejor amiga se suicida cuando tenían 16 años, y ella, para tratar de entenderla y hacer algo por la gente que también está en una situación similar, entrevista a un grupo de chicos que tuvieron este tipo de pensamientos o acciones.
Nadie me pregunta qué me pareció, pero es mi blog y de algo interesante quiero hablar hoy, así que haré un pequeño review y comentario personal sobre la pieza.
En primer lugar, me pareció que el enfoque fue adecuado. Tratado con respeto, sin victimizar demasiado a nadie, y lo mejor, sin ahondar demasiado en detalles escabrosos y morbosos que pudieran atraer la atención. Creo que, tal como lo dice la creadora y entrevistadora, es necesario hablar del tema para que deje de ser un tabú. Es más común de lo que se cree.
En segundo lugar, las historias que se contaron son genéricas. Eso ayuda a que muchos se sientan identificados. La depresión puede ser desencadenada por prácticamente cualquier cosa, y es útil que se aclare este detalle, porque así más gente siente como válido lo que siente. Además, la presentan como una enfermedad, no como una emoción más sinónima de tristeza/duelo/rabia, con la que muchos la confunden.
En tercer lugar, las conclusiones a las que se llegaron son útiles. Porque muestran el desenlace de los casos más resaltantes, y estos se resumen en "estabilidad y recuperación". Es decir, es un reportaje que da esperanza. Mencionan y muestran sitios de ayuda en Estados Unidos, no sólo para casos de pensamientos suicidas sino también para cualquier persona que necesite desahogarse. Es importante comunicar nuestras emociones y HABLAR, y es bueno que alguien se tome el tiempo de recopilar la información básica para que otros puedan tener opciones aparte de suicidarse.
Sin duda, un "qué hace la depresión" para dummies.
Sin embargo, el tema es muchísimo más profundo, tiene varias aristas y es tan complejo como cada individuo que lo padece.
Podría escribir por horas sobre la legitimidad de sentir que no hay futuro, que no vale la pena vivir, sobre el respeto a esa decisión, o quizás sobre las conductas autodestructivas, las cosas que desencadenaron mi depresión, las cosas que hice (y no hice) por depresión, la culpa, el miedo, en fin... Podría hacer un post larguísimo.
Pero quiero que este post sólo se enfoque en un tema. Es algo que estoy aprendiendo en la capacitación: dar un sólo mensaje.
Y el de este post es responder la pregunta del título: ¿qué se siente tener depresión?
La respuesta es compleja.
Porque depende del grado. De las circunstancias. De las personas que te rodean. De tu estado mental y físico. De tus obligaciones diarias y compromisos. De tu historia personal y hasta de tu carácter. Me quedé con frases como "es como mirar por una ventana cómo entra una tormenta y no poder hacer nada para impedirlo", o "se siente un gran vacío". Todo o nada a la vez.
He tenido épocas en las que no podía dejar de llorar y mi tolerancia era casi nula. He tenido épocas en las que vivía por inercia (las más), y otras en las que sentía un vacío interno que ocupaba demasiado espacio y me llenaba tanto que no me dejaba comer, como la que estoy teniendo ahora (suena paradójico pero así lo siento).
Puede sentirse como la alegría de sentirse triste, el placer de sentir dolor o, simplemente, la muerte en vida. La nada. La mayor insensibilidad, como tapadera de una herida que duele demasiado.
Tener depresión es casi un compromiso, porque te involucras tanto en esa sensación que el resto del mundo desaparece. Las personas que te importaban y que te quieren son secundarias a lo que sea que necesites hacer para llenar el vacío/calmar la tormenta, las actividades que te generaban placer te desesperan, y la fuerza para hacer lo más mínimo, como tomar agua, escasea. Sólo existe una cosa en la mente, y eso, como dije en un post anterior, agota.
Porque el cerebro se convierte en un disco rayado de pensamientos repetitivos, órdenes, burlas hacia tí mismo y reflexiones sobre la vida que sólo te llevan a aumentar el sufrimiento. El tuyo y el de los más cercanos a tí. Ahí se presenta la culpa. Que sólo genera más caos. La depresión, para mí, es como un agujero negro que lo absorbe todo a su alrededor, hasta que no quedan más opciones que morir, o pedir ayuda a gritos.
La mandatoria, la más fácil en este estado, la que el cerebro ve como lógica, viable y necesaria, es la primera.
En el día 4 de 1000 estoy hablando de muerte. Muerte significa final. Y estoy recién al comienzo.
Qué tal reto el que me he puesto.
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