Hoy lo hice.
Hoy hice algo en lo que había pensado durante AÑOS. Y una
parte de mí está orgullosa de ser abierta y transparente con mi entorno. Pero
otra parte de mí todavía se cuestiona si será la decisión más acertada.
Porque tengo miedo.
Hoy grabé un video porque me sentí empoderada gracias a ver
el video de otra persona (famosa ésta) hablando sobre su historia con la salud
mental, cuyo día mundial es hoy, 15 de octubre. Y me dije “Ahora o nunca”.
Porque vengo postergando años el empezar a comunicar sobre este tema que no
sólo me apasiona sino que me compete tanto. Nunca he encontrado el momento,
siempre he estado o en bajón, o avergonzada, o alejada de mis emociones por
distracción con cosas de la vida; así que me dije “estas son las mejores
circunstancias en las que puedo estar para hablar del tema”, y me mandé.
Y la verdad es que, si bien he recibido reacciones
positivas, sigo asustada del qué dirán. Y del cómo me verán a partir de ahora.
¿Saben una cosa? Yo soy eso desde antes de que la mayoría de
mis contactos me conozcan. Me siento repulsiva y poca cosa desde que estaba en
el nido (Sí, tengo recuerdos hablándome mal mientras subía las escaleras del nido),
y mi relación con la comida es de amor-odio desde que estoy en primaria. No me
conozco sana, no sé cómo sería 100% normal. Y está bien, es parte de mí. Pero
es una parte que tapo tras mil caretas y que cansa mantener, sobre todo porque
es algo que casi casi me define, y que explica muchas cosas, y que si la gente
conociera más, entendería y podría hasta utilizar en su favor o en el de
alguien que quieren.
Sin embargo, prima en mí ese miedo. Ese “Rayos, metí la pata
al hablar, no debía hacerlo”. Y escondí los videos. Pero al parecer, no fue
suficiente, porque justo cunado lo hice recibí el primer mensaje. Y luego
empezaron los comentarios. Y sentí que quizás, efectivamente, no es el tema
favorito de la gente (Y además me encanta hacer las cosas largas, el video dura
17 minutos)… pero hay gente que escucha. Gente que quiere recibir la
información. Y eso me motiva. Me motiva a que quizás abrirme no es un error
como me hicieron creer algunas personas. Que hablar de estos temas, dependiendo
de cómo, puede ser de provecho.
Entonces, eso me motiva. Y creo que, si va a ser así, este
lugar se volverá como aquel blog del 2007-2009 en el que escribía a diario y
volcaba mi ser, por temor a olvidar.
Esta vez, sin embargo, no lo haré por temor a olvidar lo que
me pasa, sino porque quiero curar, y quiero ayudar. Quiero que, si alguien
encuentra educativo algo que pongo o se siente identificado, pueda encontrar la
manera de hablarme y decirme “esta es la información que necesitaba para poder hacer
algo para cambiar las cosas”.
De esa manera, nada de lo que pasé habrá sido en vano.
1 comentario:
Hola! Donde puedo ver tu video.?
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